Cáncer colorrectal. Qué es y diagnóstico anatomopatológico
El adenocarcinoma es la variedad de cáncer colorrectal más frecuente. Se origina en la mucosa (capa más superficial) del intestino grueso (que incluye el colon y el recto). Algunos factores como la edad, historial familiar (antecedente de familiares con el mismo tipo de cáncer) o relacionados con la dieta y el estilo de vida podrían asociarse a un aumento de riesgo de desarrollo de este tipo de carcinoma. Muchos cánceres de colon se desarrollan a partir de pólipos precancerosos, que pueden ser detectados y extirpados por colonoscopia.
Diagnóstico anatomopatológico
Biopsia endoscópica. Ante la sospecha de carcinoma, se requiere la confirmación mediante una biopsia (toma de tejido por el médico endoscopista), que es enviada a un laboratorio de anatomía patológica, donde, tras su procesamiento técnico, es examinada por un patólogo que emite el diagnóstico definitivo. La mayor parte de los tumores corresponden a un tipo especial llamado adenocarcinoma, pero también existen otros tumores malignos que requieren otro tipo de tratamiento. Además, hay otras lesiones que simulan un cáncer y no lo son. Por eso el resultado de la biopsia es muy importante.
Biopsia de los pólipos. Los pólipos intestinales, una vez extirpados, deben ser examinados por un patólogo para su clasificación y evaluar si tienen alteraciones precancerosas (“displasia”) o incluso un carcinoma precoz.
Estudio anatomopatológico de la resección quirúrgica. Una vez que se realiza la cirugía (extirpación de parte del intestino), debe realizarse el estudio anatomopatológico del segmento de intestino resecado para establecer la extensión del tumor (estadio patológico), si afecta los ganglios linfáticos de la zona y comprobar que los márgenes de la cirugía no están afectados por el tumor (que se ha eliminado el tumor completamente).
Estudio anatomopatológico de las metástasis. En caso de extensión del cáncer a otros órganos (metástasis), se pueden operar y eliminar. Su estudio anatomopatológico permite confirmar que es el mismo tipo de cáncer y que se ha eliminado completamente.

Otros estudios anatomopatológicos. El patólogo puede estudiar la alteración de algunas proteínas (proteínas reparadoras del ADN) mediante un procedimiento llamado inmunohistoquímica, que pueden indicar que se trata de un cáncer familiar, lo que es importante para estudiar a otros miembros de la misma familiar que podrían desarrollar cáncer.